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Creando ambientes en casa con nuestras alfombras

Al igual que con las cortinas, deberás primero definir que función cumplirá. Si delimitará un ambiente – por ejemplo separar el living del comedor- su tamaño deberá ser los suficientemente grande, para que quepan los muebles. Si es un juego de comedor, las patas de las sillas no deben sobresalir de la superficie de la alfombra cuando las personas se encuentren sentadas.

Las alfombras crean espacios. Si colocas dos alfombras de igual tamaño en un ambiente, parecerá que está dividido en dos. Puedes colocar dos alfombras iguales o combinarlas.

Las alfombras siempre deben contener todos los muebles por ejemplo en un living contendrá -sofá, sillones y mesa– no puede quedar ningún mueble fuera del tapete.

Para que la alfombra sea el foco del ambiente, elige la que tenga una figura en el centro -guardas, círculos- que haga que las miradas se dirijan a ella. Si deseas resaltar un mueble, el diseño de la alfombra será neutro.

Puedes combinar las paredes y tapizados con la alfombra. En ese caso ten en cuenta que: si la tapicería y paredes tienen un diseño muy elaborado, la alfombra será de un diseño discreto. Si paredes y tapizados son de tonos apagados, la alfombra será con un diseño más colorido, añadiendo un toque de interés al cuarto.

Si utilizas dos alfombras en un mismo ambiente, pueden ser con estampados diferentes, pero siempre combinando los colores entre sí.

Alfombras de tonos oscuros empequeñecen el ambiente, de tonos claros los agrandan.

En pisos neutros o lisos – porcelanato, madera con poca veta- van muy bien las alfombras estilo oriental. En pisos muy trabajados -cerámica estampada, ladrillos- utilizarás una alfombra lisa.

El color de las alfombras, estará siempre en armonía con los muebles y la decoración en general.

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